jueves, 21 de junio de 2012

ERES TU, O SOY YO. SIGO SIN SABER

Cuando después de la muerte de Ángela, pensamos en quizás volver a intentar tener otro hijo, recuerdo el miedo que tenía a no saber que iba a sentir, como lo iba a llevar, si iba a poder afrontar el llevar una nueva vidita dentro de mi que no fuera ella y recuerdo que mi psicóloga me dijo que daba igual el tiempo que transcurriera porque nunca lo iba a poder superar y fue entonces cuando me habló de llevar los dos caminos a lo largo de mi vida.

Recuerdo entonces que decidimos probar y saber si de verdad el tener otro hijo nos iba a poder ayudar a llevar mejor el dolor porque gracias a mi ahijadito me dí cuenta que tenía mucho amor para poder darle a Ángela, pero también para poder compartir con otro pequeñín. Sin embargo las primeras veces que lo intentamos, sobre todo las dos primeras, creí morirme cuando al darme negativo, me dí cuenta que lo que yo iba buscando era estar embarazada de nuevo de Ángela y descubrí, caí en la cuenta de que ya no era posible. Desde entonces no pasa ni un solo día en el que no me tenga que repetir que no puedo volver atrás.

Luego pasaron los meses, y vinieron otros tratamientos y con ellos nuevas oportunidades, y entonces creí estar en mejor disposición para afrontar un nuevo embarazo, un nuevo hijo y tenía ilusión y ganas, y esperanzas en que llegaría, y en que podría darle parte de tanto amor que llevo dentro. Pero siguieron pasando los meses y las oportunidades se acababan y con ellas, las ganas, la ilusión y la creencia de pensar que podría volver a sentir ese amor tan grande que una vez me hizo sentir Ángela.

Y ahora me encuentro con la sensación de que quizás en todo este tiempo me he estado engañando, y que realmente no he buscado el tener otro hijo, sino que una y otra vez me he empeñado en buscarla a ella, a pesar de saber que no es posible. O quizás me duele el creer que la gente piense que al estar buscando otro embarazo es porque me estoy olvidando de ella, o que no es lo suficientemente importante para mi, o que no siento hasta la última célula de mi ser cada segundo de tortura que me hicieron pasar aquel día viendo como ella moría, o que ya ha pasado el tiempo suficiente como para que esté más que acostumbrada a vivir sin ella.

No lo sé. Sinceramente no lo sé. Es tan difícil a veces cuando la línea entre un pensamiento y otro es tan fina. En cualquier caso, pase lo que pase me gustaría poder convivir con ello y no plantearme continuamente si hago bien o mal, si este piensa esto o el otro lo otro, pero sé que para mi eso es muy difícil, porque para mi es importante, muy importante que todo el mundo sepa que la quiero con toda mi alma, que no la olvido y que no quiero que nadie la olvide.

Eres tan importante como el primer día, quizás aún más porque nos diste amor, nos diste esperanza, nos diste alegría, ilusión, felicidad, cariño, generosidad, ternura,sentimientos profundos, pero sobre todo nos diste vida. Te queremos.

3 comentarios:

Bea - Nanita Nana dijo...

Ai Mar, ¡qué complicada es la mente!

Yo no creo que la gente piense todo eso, creo que eres tú la que pone esas palabras en la boca de los demás.

Las personas de tu alrededor seguramente están felices por verte intentar de nuevo traer ilusión a tu vida, traer mágia, traer amor.

Nadie piensa que quieras sustituir a tu niña o que te estés olvidando, es tu mente la que no descansa ni un poquito y le da vueltas y vueltas, porque en el fondo te sientes un poquito culpable, o egoista, o algo...

No es nada malo querer tener otro hijo después de perder uno... no sé... es la sensación que a mí me da.

Perdona si te he molestado con mis palabras, eh? No era mi intención :)

Opiniones incorrectas dijo...

Un hijo no sustituye a otro y éso tú lo sabes. Tengo varias amigas que han perdido hijos y tenido otros y, aunque han llegado a ser felices, no los han olvidado nunca. Lo que piense la gente es tan variado como número de personas hgay y realmente te tiene que dar igual. Un beso enorme y lo mejor para tí.

Mª del Mar dijo...

Bea, para nada me han molestado tus palabras, es más siempre agradezco los consejos que podáis darme o las distintas visiones que muchas veces desde fuera se ven con más claridad, con otra perspectiva. Y sí, seguramente llevas razón en todo, pero es que la quiero tanto, que me atormenta pensar que alguien pueda dudarlo y es que además posiblemente sea que como tu dices, en el fondo me siento culpable por intentar seguir, y luchar y parecer que voy cerrando una etapa, cuando no es así. No porque no pueda, que tampoco, es porque no quiero, sólo he de no sentir miedo cuando sea este camino el que tome prioridad en mi vida por unos días y sea la tristeza, la melancolía, la añoranza, la rabia, o el dolor, los que me dominen durante dos, tres o cuatro días en los que luego tengo que poder volver a retomar mi otro camino donde mi vida continúa, con sus días buenos y malos como todo el mundo y con sus alegrías o problemas como todo el mundo.
En fin que muchas gracias por darme un empujoncito.
Un besito.

Eva, si llevas razón. Yo lo sé, pero es que a veces me dejo llevar del todo por el dolor y entonces es como si volviera al principio, como si no hubiera andado nada y todo lo que hasta ahora había intentado por avanzar, por seguir viviendo, por recuperar la ilusión, se volvieran contra mi. Y en cuanto a lo de que me debería dar igual lo que piense la gente, en realidad es así, debería ser así, pero yo no puedo evitarlo. Soy una persona de comerme mucho la cabeza, no sólo con esto, sino con cualquier cosa que yo piense que no tiene la armonía que yo considero y por eso sufro tanto. Es algo que ya me han dicho por activa y por pasiva, pero soy así, que le voy ha hacer. No puedo evitar preocuparme por todo y todos. Pero lo intento, lo que pasa es que cuando una está de bajón cuesta más dominar la mente, aunque a la mía la tengo frita de tanto reñirle.
Bueno, se que tengo mis días y que poco a poco volveré a ser un globo hinchado, aunque cueste, aunque no pueda estar a rebosar, pero me iré inflando.
Un beso muy fuerte.