miércoles, 29 de febrero de 2012

LA FORENSE NOS DA LA RAZÓN. YA HAY IMPUTADOS

Bueno, he tardado unos días porque no estaba segura de si podía publicarlo o no y hoy he hablado con nuestro abogado y me ha dicho que no había problema en hablar de ello porque son documentos públicos, así que con su permiso os cuento.

Sabéis que llevo una temporadita un poquito baja de moral, y que está vez me ha durado un poco más que otras veces, y ya os comenté que es que se me habían juntado varias cosas y que una al final no puede con tanto sentimiento. Y bueno uno de los motivos principales por los que mi ánimo ha estado así, es porque por fin, después de más de dos años y medio ha salido el informe de la forense judicial, ese informe sin el cual el juez no proseguía y que por tanto era crucial para saber si el procedimiento avanzaba al siguiente escalón o no, y ya por fin, como digo salió hace cosa de un mes.

El informe no sólo lo firma ella, sino otra forense más para dar todavía más fuerza, ya que nos dá la razón y detalla las horas y minutos en los que empezaron las bradicardias y había que tener una actitud espectante (o sea vigilante), las horas y minutos en los que las bradicardias ya eran patológicas y las horas y minutos en los que las bradicardias hacían ominoso (o sea urgente) el haber hecho una cesárea y haber sacado a Ángela.

En fin entenderéis que aunque el informe nos sea favorable, el leer todo esto nos hace tener un sentimiento agridulce, porque nos dan la razón en algo ¡tan doloroso!, y que a mi al leerlo me ratifica que efectivamente fui invisible para toda aquella gente sin profesionalidad y sin humanidad, y que mi hija estaría viva si alguien, alguien hubiera hecho algo. Es tanto dolor, tanta rabia, ...........

Asi que pasé unos días un tanto contradictorios, porque esto coincidió con el nuevo proceso y lo que en unos días sería la nueva estimulación, la que al final suspendí en febrero. Y después de ir recuperándome poco a poco, y de ir tomando impulso para esta nueva estimulación, pues resulta que otra sorpresa.

El juez después de haber leído el informe de la forense y visto el retraso que ya llevaba el caso, ha decidido dar un empujoncito , por lo tanto, el día 8 de marzo ya han sido llamados a declarar COMO IMPUTADOS, CINCO PERSONAS. TRES GINECÓLOGAS Y DOS MATRONAS. De momento no doy sus nombres, aunque el abogado me ha dicho que puedo, pero prefiero ir viendo como van las cosas.

Y ahora ya si que sí. Hablé con mi psicóloga y ella estuvo de acuerdo conmigo. Por una casualidad muy curiosa de la vida es ahora cuando de verdad voy a tener que llevar los dos caminos. Por uno irá el proceso por la muerte de Ángela y por el otro el proceso para un nuevo tratamiento de fecundación in vitro. ¡Qué curioso!. Tanto tiempo esperando y es ahora cuando por fin se retoma el caso.

Bueno, he estado muy nerviosa estos días viendo a ver como confluía todo, si me coincidiría algún día de una cosa con la de la otra cosa, pero de momento parece que cada cosa llevará su camino. En paralelo, pero su camino.

¡Ay Ángela!, ahora necesito de toda tu luz para ayudarme a no caer y darme fuerzas para llegar a buen puerto. Te necesito mi pequeñita y se que estás conmigo cogidita de mi mano. Gracias. Te queremos.

lunes, 27 de febrero de 2012

TOMANDO CONCIENCIA DE MI MIEDO

He tenido mis serias dudas sobre si seguir con esta segunda estimulación y finalizar el último tratamiento o si terminarlo directamente sin más. Llamaría a la clínica y diría que hicieran con mis óvulos congelados lo que quisieran porque ya no tenía fuerzas para otra decepción y por fin terminaría un sufrimiento que tanto miedo me estaba generando. Y lo he dudado y dudado y sopesado y como siempre que me encuentro en una encrucijada de sentimientos y comeduras de cabeza fui a ver a mi psicóloga con la que ya unos días antes había hablado y le había comentado como me sentía.

Ella me dijo que es normal que sienta miedo, que es normal que tienda a adelantarme a los acontecimientos porque mi cuerpo, mi cerebro guardan un aprendizaje, por desgracia con noticias malas, y esa memoria del cuerpo y de la mente es la que hace que cada vez me cueste mas alejar los pensamientos negativos y no esperar al resultado final, pero que con todo lo hablado en los días anteriores ella estaba segura que en el fondo no deseaba terminar así, que aunque me diera miedo sentir como estaba sintiendo no podía quedarme con la incertidumbre de qué hubiera pasado si lo dejaba sin terminar, así que como iba a sentir miedo de una forma u otra a sufrir, mejor salir de dudas aunque mi ánimo fuera esta vez, más cauto, más espectante. Dejaría pasar los días y veríamos como me iba encontrando y como iba a ir afrontando ese final que cada vez estaba más cerca.

Y es ese final el que realmente me da miedo y se lo dije a ella, porque unos día antes lo pensé y quizás era ese el verdadero planteamiento. Mi miedo era y es a que al acabarse este tratamiento y no haber embarazo, por fin me dé cuenta que Ángela no va a venir, porque mi corazón y mi alma lo saben, pero mi cabeza sigue esperándola.  Es una contradicción, porque la razón esta vez no va unida a la cabeza sino al corazón y el sentimiento tampoco va unido al corazón sino a la cabeza. Es muy complicado lo que siento y al ir viendo como se va cerrando esa ventana, estoy muerta de miedo al saber que todo va a ir cobrando realidad y que he de ir dejando paso a la razón, porque quiero poder dejar descansar en paz a Ángela, y esto supone el ir aceptando mi dolor y su ausencia. Y no es que yo piense que si me quedo embarazada será ella de nuevo, no. Es porque el proceso en el que todo se inició una vez, en el que ella pudo venir al mundo, termina. El ciclo termina. Esa ventana se cierra.

Por el contrario si volviera a hacerse el milagro de una nueva vida en mi, si de nuevo volviera a quedarme embarazada, entonces el proceso sería distinto. Entonces habría esos dos caminos de las que tantas veces he hablado y esos dos caminos los tendría que aprender a llevar, con sus miedos, sus tristezas, sus alegrías, y sus dos sentimientos compartidos, pero lo haría sabiendo que cada uno tiene su lugar. Y voy cogiendo fuerzas para poder intentarlo a pesar del miedo, así que en unos días empiezo mi último viaje al milagro de la vida.

Eres especial y realmente eres un milagro. Tú mi pequeña eres el milagro de la vida. Te queremos.

jueves, 23 de febrero de 2012

NUEVA VISION DE LA VIDA

Llevo mucho sufrido, y he mantenido la esperanza y la creencia en que las cosas mejorarían, en que después de la desgracia que asoló nuestras vidas y de lo que anteriormente ya cargábamos a las espaldas, nuestra vida tendría alguna alegría, algún regalo por tanto sufrido, pero he dejado de engañarme y de pensar que me merezco algo bueno por la desgracia que tuvimos que vivir.

He dejado de creer en que llegará algo bueno. Ya no lo creo. Y no lo creo porque después de mucho tiempo, de mucho llorar, de mucho pedir, de mucho poner de nuestra parte, de sacar fuerzas de donde no las tenía, de intentar ver lo positivo de lo negativo, de mantenerme optimista a pesar de los pesares y de creer que la vida me daría una tregua, me he dado cuenta de que no soy nadie especial para que desde allí arriba se me mire de forma especial. En todo caso y a pesar de mis palabras sé que tengo también en mi vida muchas, muchas muchísimas cosas buenas y por las que intento dar gracias porque hay mucha gente que ni siquiera tiene lo que yo, lo que pasa es que a veces el dolor es tan grande que te hace nublar por completo la razón y te puede ésto más, que toda la magia que tengas alrededor.

Y no, no soy derrotista, ni negativa, simplemente trato de ser objetiva, realista y mirar a todo lo que hay alrededor. Guerras, hambre, familias enteras en paro y sin nada que poder dar a sus hijos, muertes injustas que dejan a unos padres tan destrozados como a nosotros, enfermedades de niños, parejas que buscan tener un hijo y no lo consiguen por más tratamientos que hagan, maltratos, y tantas y tantas cosas malas, que te das cuenta que no eres la única que sufre, la única que espera, la única que cree que la vida debe recompensarla. Hay tanta desdicha y tanta injusticia a nuestro alrededor que me hace pensar en que por qué sí todo esto se consiente, yo voy a ser diferente. En cualquier caso soy un grano de arena en un gran desierto y sería ¡tan difícil que desde allí arriba se me escuchara con medio mundo llorando y suplicando!

No quiero sufrir más, no quiero sufrir más, no quiero. Sólo quiero poder llevar una vida lineal. Vale que no tenga nuevas alegrías en mi vida, pero tampoco más problemas, más desgracias, más ........... sufrir. Me conformo y aprenderé a vivir con lo que me ha tocado. Aprenderé a no soñar, a no hacerme ilusiones, a no hacer planes. Viviré el día a día y disfrutaré de lo que me toque vivir ese día, sea una película, una canción, o una mirada de mi Juan. Pero ya no más pensar en que llegará nuestro regalo, porque no quiero volver a caerme de bruces. Quiero poder terminar de salir del pozo y agarrarme a la luz sin miedo a volver a caer al fondo.

Sé que volveré a levantarme y a luchar, pero ahora sin ninguna meta. Sólo el día a día, y aunque inicie la segunda parte del tratamiento, espero poder llegar preparada para no volver a caer al pozo si no hay buenas noticias. Sé que me va a ser difícil y tengo miedo, mucho, mucho miedo a lo que voy a ir sintiendo en los próximos días, semanas, pero intento ir mentalizándome.

Es una nueva fase, una nueva etapa que tengo miedo de cruzar, pero espero que seas la luz que guíe todos mis miedos y me ayudes a poder superarlos. Te queremos.

martes, 21 de febrero de 2012

UN EXTRA DE HORMONAS

Después de haber llorado como una loca y de haber pasado unos momentos la verdad, un poco agobiantes, pensé que se me había pasado y que como siempre al levantarme lo vería de forma distinta, pero la realidad fue otra.

Sin saber muy bien porqué, me levanté al día siguiente super chafada, apática, sin ganas de nada, sin ilusión ninguna y sintiendo a mi alrededor que nada merecía la pena. Me levanté para ir al trabajo porque Juan Carlos me llamó, me insistió, me empujó, pero llegué a allí haciendo un esfuerzo sobrehumano por contener las lágrimas para que él no me viera, pero en cuanto llegué al despacho me encerré y me senté en el suelo, con las piernas encogidas y mis brazos abrazadas alrededor de ellas y ya no pude, mis lágrimas brotaron solas, mi dolor salió solo y mi tristeza inundó aquel espacio que en aquel momento me pareció una prisión de donde no podía escapar.

Pasaron los minutos y ya un poco más serena decidí que no podía, que no tenía fuerzas, ni ganas, ni ilusión para seguir con el tratamiento, que no era justo que en ese estado llevara a cabo la estimulación porque así seguro que no saldría bien, y me lié la manta a la cabeza y sin consultarlo siquiera con Juan Carlos le puse un mensaje a mi ginecóloga de IVI y le dije que prefería dejarlo para el mes siguiente porque con el último tratamiento mi cuerpo había tardado más en recuperarse físicamente y psicológicamente. Ella me contesto que no había problema, que nos pusiéramos en contacto con ella en la siguiente regla.

Y bueno, mi ánimo no era muy allá, pero posiblemente también fuera influido por la última estimulación, ya que fue una medicación distinta a todas las que hasta ese momento había utilizado y si ya de por sí, el cúmulo de hormonas extra que nos metemos esos días nos influyen en el carácter, pues encima, como digo, parece que éste me hizo una reacción superior a todas las demás, porque me hinché como un globo, cosa que no me había pasado nunca y supongo que con el ánimo también fue distinto, unido al hecho de sacar menos óvulos esta vez.

Por una cosa u otra la decisión ya estaba tomada y aunque a Juan Carlos no le pareció bien que tomara la decisión sin contar con él, lo cierto es que no tenía fuerzas para discutir algo que yo ya tenía super claro porque me sentía totalmente apática. Ahora sólo esperaba que fueran pasando los días y poder volver a engancharme a la montaña rusa en el momento justo en el que ésta empieza a subir, pero para eso sé que tenían que pasar unos días que me irían sirviendo para poder encontrar de nuevo el camino.

Tu carita, tus mofletes gorditos, tus manitas moviéndose alrededor de tu cuerpecito, tus bostezos, tus pataditas, tú, toda tú llenan mi cabeza de imágenes que guardo en el corazón como oro en paño. Te queremos.

viernes, 17 de febrero de 2012

UN DURO Y EMPINADO SENDERO

Han ido transcurriendo los días y mi tristeza que normalmente en unos tres, cuatro días va suavizándose, esta vez ha sido mi compañera durante mucho más tiempo y me ha estado costando más poder quitarme la losa del pecho, pero cada día he procurado poder sonreir por algo y pensar en algo bueno en mi vida, aunque luego la losa volviera a pesar más de lo habitual.

No me quedé muy conforme con la respuesta de mis ovarios en la estimulación 1de 2, pero bueno estábamos metidos en la rueda y había que ir a por todas y a pesar de tener el ánimo bajillo, he querido ir pensando en el día a día para no desmoralizarme del todo y bueno ya había empezado a tomar las pastillas anticonceptivas e ido a la primera revisión en la cual me dijo que todavía se veían restos, que en dos días dejara de tomar la píldora y en x días me vendría la regla tras la cual tenía que volver a revisión en los tres días primeros para ver si la cosa había ido bien y podíamos empezar la segunda estimulación.

Y bueno, entre que mi ánimo iba ahí, ahí y que encima en esos días siguientes un nuevo problema con un familiar  (por parte mía) llegó a nuestras vidas, ya me ví un poco sobrepasada y cuando ese mediodia llegó Juan Carlos le dije que quizás era mejor dejarlo para el mes siguiente y él sabiamente me consoló y me dijo que no, que conforme iba nuestra vida, este mes sería esto al otro sería otra cosa y el siguiente otro tema, por lo tanto a no ser que fuera algo directamente relacionado con nosotros mismos, seguiríamos adelante.

La verdad, sus palabras me ayudaron bastante. Tenía razón y todo lo ajeno a nosotros debería esperar y dejar de condicionarnos la vida, así que comimos y me sentí un poco más aliviada, pero me duró poco porque unos minutos después él recibió una llamada de teléfono relacionada con su trabajo y después de hablar me dijo preocupado y estresado que a lo mejor si sería buena idea el poder dejarlo para el mes siguiente porque se le iban a complicar los próximos días y posiblemente tendría que estar muy centrado en asuntos de trabajo.

Fue la gota que colmó el vaso de muchos días de tristeza, de dudas, de complicaciones a nuestro alrededor, de sentir que al final siempre habría algo más importante que nos impediería poder llevar el proceso por encima de todo y con tranquilidad, en fin, un cúmulo de cosas que hicieron que explotara y que llorara desconsoladamente, casi a puro grito por tener tanto siempre en nuestra contra y no vernos recompensados con un poco de ayuda, de paz, de vida lineal, y le dije a Juan Carlos que me rendía, que no podía más que llamaría a la clínica y que donaría mis óvulos (para la ciencia, porque con mi edad, ya ni para otras mujeres), no quería más, no más sufrir, esperar, querer que todo mejorara. No podía. Él me dijo que no, que era cosa de dos (aunque yo sé que todo esto lo está haciendo por mi), y que no me dejaría abandonar hasta el final y que posiblemente todo lo que me estaba pasando ese día era por el problema familiar que reconozco que me pilló muy por sorpresa. En fin, que no lo sé, ya no sé muy bien nada, pero lloré, me desahogué y me sentí mejor entre los brazos fuertes y protectores de Juan Carlos que siempre me sostienen en este duro camino.

El camino se está haciendo muy empinado, sólo espero poder encontrar la estabilidad para llegar algún día a ese caudal limpio sereno y puro que tu esencia dejó en mi. Te queremos.

martes, 14 de febrero de 2012

SIN TIEMPO PARA PENSAR

El planteamiento para este nuevo y último tratamiento era que haríamos dos estimulaciones para poder conseguir más óvulos y poder tener más posibilidades de que la cosa saliera para delante, por lo tanto en esta primera estimulación los 5 óvulos que resultaron maduros fueron vitrificados y en principio tendríamos que esperar una regla de descanso y para la siguiente haríamos la segunda estimulación+punción y si todo iba bien transferencia. 
Pero hubo un cambio de planes y una vez que salí de quirófano de la primera estimulación+punción y después de despertarme de la sedación general, entró mi ginecóloga (tuve la suerte de que fuera ella la que estaba en quirófano) y me dijo que no íbamos a esperar, que me iba a mandar anticonceptivos para parar mis ovarios y que descansaran y que en unos días me vería para hacer una eco y ver como iban y cuando empezara con la regla volvería a verme y si todo había ido como ella creía empezaríamos de nuevo la estimulación con esa misma regla.

Casi no tuve tiempo de reacción, porque ya me había hecho todos los planes en mi cabeza para dejar pasar un mes y ya para marzo ir a por todas. No sé, era como el sprint final y como que quería estar totalmente preparada, así que me pilló un poco fuera de juego, aunque por otro lado casi era mejor, sin tiempo para pensar ni darle vueltas a la cabeza, ya todo de un tirón porque una vez que estás metido en el juego, lo que quieres es seguir y llegar hasta el final y que todo salga bien y.........., bueno es una emoción, alegre, triste, de subidas y bajadas, de nervios, anhelos, ilusión, miedos, tantas y tantas mezclas de sensaciones, unidas esta vez a saber que ya todo terminaba, después de tanto tiempo, tanto dolor, tantos tratamientos, tantas esperanzas, tantas inseguridades, y mucho amor puesto en el inicio mismo de la vida, porque saliera bien o mal habíamos sido partícipes del milagro de la vida desde el primer instante.

Y bueno, con esta primera estimulación+punción, salí un poco desilusionada, desanimada, porque si que es verdad que ya tengo 40 años, pero mi media de óvulos ha sido de unos 9 más o menos y también es verdad que sólo se necesita 1 bueno para que todo vaya bien, pero no sé, es que al pensar en hacer dos estimulaciones había creído que podría tener acumulados al menos unos 14 + -, y con el resultado que había tenido, si la siguiente salía igual, habría conseguido lo que normalmente hacía con una sola. Y ya sé que no tengo que adelantarme, que de verdad que con 1 sólo bueno vale, pero estaba muy chafada. Mis alarmas empezaron a sonar diciéndome "prepárate, no va a salir, no va a ir bien", "vé haciéndote a la idea".

Es que durante tanto tiempo, durante todos los tratamientos después de la muerte de Ángela, he querido estar tan positiva, tan llena de energía optimista, con tanta ilusión, esperanza y creencia en que después de la desgracia que nos había tocado vivir tendríamos una compensación, que ahora después de todo lo ya vivido, me he quedado sin fuelle, sin ganas y con un miedo atroz a que todo acabe. No puedo evitarlo. Sabéis que he estado luchando y arañando hasta el más mínimo resquicio de cualquier cosa buena en la que poder agarrarme para poder transmitir a mi cuerpo la alegría de la vida, y ahora no me sale el pensar que todo irá bien porque no puedo, tengo miedo, mucho miedo a volver a ilusionarme y volver a caer de bruces.

Poco a poco he de ir encontrandote, en paz, con serenidad, con la ilusión de saber que has de estar bien y que desde allí, sentadita en tu nube blanca, nos mandas tu bendición llena de amor. Te queremos.

jueves, 9 de febrero de 2012

UNA DECISIÓN MUY MEDITADA

Antes de iniciar está última aventura, por tantas dudas, por tantos miedos, por no saber si era lo que quería, por pensar que quizás seguía queriendo que viniera Ángela o quizás por no tener claro como me sentiría si me quedaba de nuevo embarazada, si me alegraría o me sentiría culpable de poder volver a vivir todo cuanto amé y disfruté con Ángela, por querer poder tener la oportunidad de llevar los dos caminos paralelos que una vez me habló mi psicóloga y poder llevar los dos, cada uno en su lugar, sin estorbar al otro, aunque los dos caminos en mi vida, el dolor por su pérdida y la alegría de una nueva vida, decidí ir a ver a mi amiga-psicóloga y que ella pudiera despejarme toda esta serie de dudas que emergían con fuerza en mi cabeza sin darme tregua ni paz.

También durante días, estuve hablando con Ángela. Hablaba con ella constantemente y le decía que quería volver a ser madre, pero que tenía miedo. Tenía mucho miedo a no saber que iba a suponer esa decisión en mi vida, que yo la quería con todo el alma, pero que si venía otro bebé tenía también todo el derecho del mundo a ser amado con todo mi corazón y yo no sabía, no sabía si podría soportar el sentirme feliz con este nuevo bebé y no tener a mi Ángela a mi lado. Y le pedía que por favor me ayudara y que entendiera que para poder seguir viviendo, tengo que vivir, con todas las consecuencias, con todo de mi parte, con mi corazón y mi alma rotos, pero a la misma vez con ganas de poder volver a ilusionarme para poder llevar ese otro camino en paralelo. Que quiero llevarlo, quiero intentarlo como estoy haciendo desde que me la arrebataron.

Lo que pasa es que cuesta mucho. Sigue costando mucho a pesar del tiempo pasado, porque como le decía a mi psicóloga, yo tengo asumido que ella murió, pero no tengo asumido como murió y porqué, entonces es como un seguir esperándola constantemente ante algo que no debió suceder y es eso lo que mi cabeza debe poder dejar de pensar. Si yo la teoría me la sé muy bien, pero la práctica me cuesta mucho. Mi corazón y mi alma lo saben por eso siguen sangrando, pero mi cabeza aún no se ha terminado de dar cuenta y es una lucha constante entre el sentido y el sentimiento.

Y por esa lucha fui a verla antes de la última oportunidad y está claro que ella me pudo sacar de dudas y me animó a seguir luchando y de nuevo a hacerme ver que yo seguía teniendo el instinto de volver a ser madre y que ese instinto me ayudaría a superar muchas cosas y una vez más su aliento me llevaron a dar un paso hacía delante.

Así que como decía en el post anterior una vez más puse la ilusión y las ganas en que todo saliera bien y en poder dejar atrás muchos miedos y dudas y en creer que al final del camino hay luz y que podría ser. Podría ser, podría ser, podría ser......................

Mi amor chiquitín, mi estrella más gordita, tu eras la luz al final de mi camino, ahora quiero poder mirar al cielo y dejar que desde allí me sigas guiando. Te queremos.

lunes, 6 de febrero de 2012

LA ÚLTIMA MIRADA A UN SUEÑO

Habíamos hecho un trato Juan Carlos y yo, y es que una vez pasada su revisión y el poder disfrutar por fin, de unas navidades tranquilas, con la llegada del nuevo año 2012, en enero, iniciaríamos el que sería nuestro último tratamiento.

No ha sido una decisión fácil, pero supongo que en algún momento hay que poner el límite y ser conscientes de que no podemos alargar esto infinitamente, porque a parte del coste económico, el emocional está siendo cada vez más duro y teniendo en cuenta que ya no soy una niña, aunque Juan Carlos siga diciendo que si que lo soy, lo cierto es que el cuerpo va siguiendo su curso y a pesar de seguir viéndonos jóvenes y sintiéndonos bien, por dentro la edad se va notando, me refiero especialmente al tema de los óvulos, así que por si acaso y una vez que hablamos con la ginecóloga que me lleva en IVI-Murcia, decidimos hacer dos estimulaciones para acumular óvulos y así poder tener más oportunidades en cuanto a la evolución de los embriones.

Y en fin, está vez he querido echar toda la leña al fuego, y he querido poder ayudar a mi cuerpo a estar mejor preparado y fui de nuevo a la médico naturista que ya me trató antes del verano y con la que hice el biomagnetismo y esta vez me mandó una serie de medicinas homeopáticas y unos batidos con un montón de cosas naturales y además me dijo que fuera a un médico acupuntor especialista en temas de infertilidad que ella conocía.

Pues nada allá que he estado tomando todo eso y haciéndome la acupuntura para ver si entre unas cosas y otras podemos ganarle un poco de terreno al tiempo, y otra vez pinchazos y ecografías y más pinchazos, y sobre todo más esperanza e ilusión pensando en que con todo esto, unido al hecho de acumular óvulos de dos tratamientos, al final tendría su recompensa, aunque de momento la cosa no ha ido muy bien, porque en esta primera estimulación sólo consiguieron sacarme 7 óvulos de los cuales sólo 5 eran maduros.

El camino nos sigue siendo adverso Ángela, y lo único que consigue relajarme es cerrar los ojos y dormirme soñándote. Te queremos.

miércoles, 1 de febrero de 2012

POR FIN UNA NAVIDAD

Ha pasado ya enero y con él, otro año más la navidad se ha ido, pero este año después de muchos, muchos años, hemos podido celebrarla. Y la verdad, no por ganas, porque es una época que a mi especialmente nunca me ha gustado, no sé, aún sin faltarme nadie la veía muy nostálgica, de muchos compromisos familiares que en algunos casos llegaban hasta agobiar por el lío de convinaciones para tener a todos contentos, el calentamiento de cabeza en no saber que regalar y el jaleo de esos días en todas partes, como si fuera el fin del mundo.

Después la cosa cambió. Todavía me gustó menos. Al faltarme mi madre y darme cuenta de muchas cosas que ella intentaba que fueran especiales durante esos días, con su alegría, su entusiasmo, su querer compartir, sus regalos acumulados durante meses con la sólo ilusión de ver nuestras caras como cuando éramos pequeños, su enseñarnos a valorar el día de nochebuena, no por ser una noche de comilona, de risas, de regalos (puestos de moda en los últimos años con papa Noel), sino porque ese día era el día en el que nacía el niño Jesús, y muchas cosas más que me hicieron ver la navidad con un sentimiento aún más triste por no a ver visto todo eso que ella nos quiso transmitir y compartir y que ahora ya no podía demostrale que se lo agradecía, que lo admiraba, que se lo valoraba.

Pero entonces, llegó el embarazo de Ángela y a pesar de los pesares, pensé que ya esa navidad del 2008-09, podría ser distinta, podríamos volver a celebrarla en familia y decirle a mi madre: ¡mira mama!, no estás, te hechamos de menos, ¡pero mira gorda!, he aprendido, he visto todo lo que quisiste enseñarnos y ahora lo voy a llevar a cabo con mi hija, y aunque me cueste todavía, voy a reunir a mis hermanos y a papa y con Juan Carlos, todos juntos vamos a celebrar esa navidad que un día tu quisiste tener con nosotros y que ahora desde el cielo quiero que compartas.

Y una vez más el dolor llegó, y esa navidad pasó y la siguiente y la siguiente y aún volvimos a sacar fuerzas y el año pasado tiramos la casa por la ventana en cuanto a sentimientos, adornos, ilusión, fuerzas y motivación, pero de nuevo no pudo ser. La operación de Juan Carlos. ¡Qué días tan malos!, ¡Cuánto miedo!, ............

Pasó, y pasaron los meses y de nuevo llegó diciembre. Diciembre de 2011. Esta navidad pasada. Y este año sí. Este año con miedo y con incertidumbre hasta el último minuto, pero este año sí. Pusimos el arból que habíamos comprado el año anterior, con todos sus adornos y luces, nuestro belén, nuestros reyes colgando del balcón, nuestras velas con motivos navideños. Y en fin un poco de todo, y en lo alto de nuestro arból, la estrella, como no, y debajo de la estrella un bonito regalo de mi amiga-vecina, que por muchas circunstancias fue especial, un precioso angelito que junto a la estrella coronó nuestro árbol de NAVIDAD y aunque nos costó, reuní a mi padre y a mis hermanos y cenamos juntos el día de nochebuena y al mirar al cielo esa noche, yo sabía que mi madre y Ángela estaban con nosotros.



Un paso hacía adelante y dos hacía atrás, pero sigo dando ese paso hacía adelante. Te queremos Ángela.